jueves, enero 01, 2009

Cuento de Año Nuevo

Estaba pensando yo en esto de las fiestas. Cuando recibo un mensaje en el móvil.

Feliz nuevo año.

No reconocí el número, sonreí, pensando que sería algún chino de los que conozco, pero me daba pereza contestar a alguien que no sabía quien era. Asi que cerré el móvil y seguí a lo mío cuando vuelvo a recibir un nuevo mensaje.

Feliz nuevo año

La misma persona, el mismo mensaje repetido. Le habrá dado dos veces a la tecla, vuelvo a cerrar el móvil y continúo con mi hijo y mis cosas. Al rato recibo de nuevo el mensaje “Feliz nuevo ano” y ya pienso que no puede ser que una tercera vez y me animo a responderle felicitándole también el ano, solo que yo prefiero ponerlo con “i” Feliz año.

Sigo sin saber quién es pero tampoco me intriga, lo único que me llama la atención es su insistencia en que contestara o en saber que había recibido su felicitación.

No sé muy bien porque me importan tan poco estas fiestas pero lo cierto es que no siento nada especial que celebrar, creo que son días como otros cualquiera y me sorprende tanta marabunta de personas corriendo de un lado para otro buscando regalos. No me gusta recibir tarjetas navideñas ni enviarlas. Creo que están vacías de contenido. Si me gusta recibir cartas o postales de algún amigo que se acuerda de pronto de mí, pero no tarjetas que se que se envían de forma masiva.
Mi madre siempre se preocupa por que esté sola e intenta reubicarme en casa de algún hermano, creo que le tranquiliza saber que estamos todos juntos. Pero lo cierto es que yo disfruto estando sola con mi hijo pequeño, viendo la tele y jugando. Ayer los dos comimos las uvas y después le expliqué que en Canarias aún les faltaba una hora para hacerlo. Y que podíamos repetirlo de nuevo. Pero el me sorprendió diciendo:

- ¿las de Canarias?, pues para eso prefiero comerme las de la hora de China, hace ya horas que allí ya pasó, deberíamos habernos comido las uvas entonces.

Y como el en vez de uvas come lacasitos pues se volvió a comer doce lacasitos a la salud de China.
Otro año mas, pero yo prefiero esperar para celebrar el chino, creo que le encuentro mas significado porque es la primera luna del año, pero el nuestro ¿con que coincide? ¿Que celebramos? Que se terminan las hojas del calendario y hay que poner uno nuevo? Si es asi me da igual que sea un día antes que un día después, me gustaría asociarlo a algo que para mi tuviera significado de celebración y entonces recordé la nochevieja del 2004. Realmente inolvidable. Algo digno realmente de celebración.


El uno de enero de 2005 yo estaba en casa de mi hermano y ya habíamos comido las uvas. Eran las 00:20 más o menos. Suena el teléfono, era L. diciéndome que se había puesto de parto, empezaban las contracciones, (L. era una chica china a la que acompañaba a hacer las revisiones al tocólogo). Era para el día 16 de enero pero no quiso esperar. Apenas acababa de empezar a sentir alguna molestia, así que se suponía que aún había tiempo.
Cuando llegué a casa de L., llamé al timbre del portal, el marido bajaba por las escaleras, estaba gritando, ¡¡ya se le ve la cabeza!!
Cogí el móvil y llame al 112, les dije, -está naciendo un niño y se le ve la cabeza. Yo no había visto nada aún pero eso decía el marido.
Me dijeron, -tranquilos que os mandamos una UVI. Les di la dirección mientras subía al piso. Cuando entré y la vi me quedé de piedra, creo que nunca podré borrar esa imagen de mi mente.
Ella estaba tirada en el suelo del baño, titiritando de frío y gritando. Su marido le había echado una colcha por encima. Pero su espalda tocaba con el frío suelo del baño. El niño tenía toda la cabeza fuera y el cuerpo dentro. Al momento le di el teléfono al marido, me fui a la cocina y me lavé las manos, luego me agaché donde el niño, no sabía muy bien como hacer para sacarlo, pero apenas lo toqué un poco salió fácilmente. Le desenrosqué el cordón para ponerlo bien, no tenia nada con que taparlo y no podía dejarlo en el suelo. Pensaba lo estoy tocando con mis manos, todo está lleno de gérmenes, (en el hospital todo es tan aséptico que me daba miedo que cogiera alguna enfermedad). El teléfono empezó a sonar, lo tenía su marido en la mano, le dije al marido, -¡descuelga! porque mis manos estaban todas mojadas y resbaladizas de los líquidos, y ocupadas sujetando al niño.
Él no sabía descolgar creo que era de los nervios que tenía, yo le gritaba, -¡!la tecla verde, pulsa la tecla verde¡¡
Sujeté el teléfono entre mi hombro y la oreja, una chica al otro lado del teléfono, me dijo:
-No me cuelgues, sino no te puedo decir lo que tienes que hacer, yo le dije -ya nació, lo tengo en las manos.
El niño lloraba. Me preguntó: ¿es ese que llora?, si llora es que está bien.
Que no coja frío hay que darle calor, y buscar algo con que pinzar el cordón, continúo diciéndome ella.
Le dije al marido: -tráeme mantas, toallas algo con que taparlo y pinzas para el cordón. Pinzas de la ropa o de lo que sea.
La chica me había dicho que tenía que ponerle una pinza cerca del ombligo para que no pasara la sangre y otra a cinco cm más allá. Yo le gritaba al marido en chino, porque éste no hacía mas que correr a un lado y a otro del pasillo, pero no me traía nada y yo no me podía mover del suelo ya que el cordón estaba unido a la madre y no podía poner al niño desnudo sobre el suelo. La del teléfono me decía, -no grites, -no te entiendo nada, -Pon el teléfono más lejos de la boca. Mientras yo le decía, -no te hablo a ti es que son chinos. Les estoy hablando en chino, no entienden español.
La UVI llegará enseguida no os preocupéis y colgó. Le pedí al marido que fuera a ver si llegaba ya la UVI. Sólo pasaron unos minutos hasta que llegó la UVI pero a mi se me hizo eterno. Estaba agachada con el niño envuelto en una manta de esas de pelo, no era lo más adecuado, pero no había otra cosa. Le había puesto una pinza de la ropa en el cordón y de vez en cuando, lo movía un poco para asegurarme de que estaba vivo. Me daba pánico que le pasara algo mientras lo tenía en mis manos. La madre estaba titiritando, decía que tenía frío, le dije que aguantara, que ya faltaba poco para que la llevaran al hospital.
Por fin llegó la UVI móvil, y se hicieron cargo de todo, cortaron el cordón envolvieron al niño con una manta térmica y nos llevaron al hospital. G. y J.A. se llamaban dos de los chicos que llegaron había otro pero no le pregunté el nombre.
El bebe nació el 1 de enero de 2005 a la una y cuarto de la mañana, Fue un comienzo de año bastante emocionante.

Y ya tendrá cuatro añitos y su mami cuando me ve siempre me lo recuerda.

Felicidad para todos!!! Siempre que se pueda!!